Seminarios IHSM La Mayora - Berta Rodríguez Campíns (Timac Agro S.A.)

El control biológico se centra en un grupo de tecnologías utilizadas para la protección contra organismos no deseados, incluidas las plagas y los patógenos, se originan en la naturaleza o son idénticos a la naturaleza si se sintetizan.(IBMA source) Las investigaciones se suelen centran en la prospección de nuevas especies, derivados de microorganismos, el análisis de la composición de las comunidades de microorganismos en la rizosfera, de la comunicación microorganismo-planta, de la activación de la resistencia sistémica en las plantas para obtener al final formulaciones novedosas. El desarrollo de un bioplaguicida dentro de las tecnologías de biocontrol requiere un gran esfuerzo de investigación, desarrollo e innovación. Además, el correcto desarrollo y comercialización de productos para el control biológico, desde su concepción hasta su aplicación, requiere en todo momento la aportación de profesionales con una formación científico-técnica en especialidades que van desde la Patología Vegetal, la biología molecular, la fisiología, la microbiología, etc., hasta la Gestión Integrada de Plagas y la Bioingeniería. Al final, se trata de un integrar ciencia y tecnología de vanguardia, y de un gran compromiso para innovar en toda la cadena de suministro agrícola, con el consiguiente esfuerzo en tiempo y dinero. El camino del laboratorio al mercado no está allanado, el tristemente famoso proceso de pasar por el "valle de la muerte" es una dura prueba para cualquier empresa. En la actualidad existe una creciente demanda de productos de biocontrol y basados en microorganismos en el mercado. En los últimos años ha habido varios estudios que intentan establecer el tamaño del mercado de los productos para el control biológico. Los resultados son variables, probablemente porque no utilizan los mismos criterios, pero en general se confirma que hay un crecimiento de alrededor del 14% anual. Así, el valor del mercado de estos productos ha sido de unos 3800M en 2018 a 10000M en 2027, previendo que en 2025 se alcancen los 6000M, (Durhanm y Trimmer, 2019). Estas cifras son el resultado de la fuerte demanda de estos productos por parte de los agricultores, lo que hace que cada día más empresas hagan negocio basado en el Biocontrol. Es precisamente este desarrollo desde la detección de una necesidad, la concepción de la idea, hasta la implantación en el mercado lo que supone un trabajo complicado, largo y costoso, que requiere la implicación de muchas áreas de la empresa y la colaboración de entidades públicas, así como una clara visión y planificación del retorno de la inversión. Este largo camino contrasta, aparentemente, con la necesidad imperiosa de estos productos que tienen los agricultores europeos. Poner estos bioprotectores a disposición del mercado global, producirlos a escala industrial y ponerlos a disposición del mercado agrícola global es en una palabra una tarea ingente ya que los ingredientes activos son tratados como nuevos productos químicos sintéticos de los que no se dispone de información, considerándose per se arriesgados y teniendo que ser probados mediante procedimientos largos y costosos, sin apenas contacto entre el organismo regulador y el fabricante que presenta los expedientes para su aprobación.