Demuestran que el uso de ozono mejora la postcosecha de la fresa a nivel molecular

La investigadora del IHSM Sonia Osorio ha realizado una investigación para conocer a nivel molecular los mecanismos que gestionan la postcosecha en fresa con el objetivo de mejorarla a través de diferentes técnicas como el uso de ozono, procedimiento que ha demostrado paralizar su fermentación y mantener el fruto en condiciones óptimas de consumo durante más tiempo. Osorio ha señalado que, mientras otros frutos como el tomate pueden recogerse en verde y propicia su maduración de cara a la venta con gas etileno, este proceso no sucede con la fresa. Este cultivo es “no climatérico”, es decir, la maduración de la fresa no depende de la fitohormona etileno sino que depende de otras, por lo que no hay aún en este fruto mecanismos para madurar en el momento deseado como sí sucede con otras especies. Esto implica que la recogida de la fresa se produzca cuando el fruto está maduro y blando, cuando existe un alto riesgo de deterioro en su transporte y por su propio ciclo, por lo que Osorio ha realizado esta investigación para conocer a nivel molecular el metabolismo del fruto durante su vida postcosecha. Para ello se han realizado pruebas a cinco variedades de fresas ante tres entornos diferentes en el que se ha expuesto al fruto para conocer sus respuestas ante la práctica con frío, otro ante CO2 y un último con ozono. El fruto que ha sido expuesto a ozono ha ofrecido una mejor respuesta ya que se ha paralizado la fermentación y la generación de compuestos que afectan al aroma del fruto, como es el etanol, prolongando un poco más la postcosecha de la fresa, resultados que son positivos para la comercialización y venta de este cultivo tan importante en España a nivel económico y social.

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