
Identifican los procesos funcionales y los genes que permiten la transferencia horizontal de genes de virulencia en un patovar de la bacteria patógena de plantas Pseudomonas syringae
Un equipo de investigadores ha identificado los procesos funcionales y los genes responsables de la transferencia horizontal de plásmidos de virulencia de la bacteria Pseudomonas syringae pv. savastanoi NCPPB 3335, patógeno que produce tumores en ramas y tronco del olivo causando la enfermedad conocida como “tuberculosis del olivo”. En este trabajo, el investigador del IHSM La Mayora y catedrático de Genética de la Universidad de Málaga Cayo Ramos ha estudiado, junto al equipo del Dr. Jesús Murillo de la Universidad Pública de Navarra, tres plásmidos para saber si contribuyen o no a la diseminación de los factores de virulencia en esta bacteria, así como su frecuencia de transferencia, diversidad, redundancia y contribución al proceso de conjugación. Los estudios se han realizado tanto en medio líquido como sólido, midiendo también su transferencia en poblaciones bacterianas que sobreviven en la superficie de la planta, mediante la inoculación de las bacterias en hojas de judía (Phaseolus vulgaris), que es una planta no hospedadora. El equipo confirmó que dos de los tres plásmidos de virulencia de Pseudomonas syringae pv savastanoi NCPPB 3335, los plásmidos pB y pC, contienen un origen de transferencia (oriT) y eran transferibles por conjugación. El plásmido pB contiene toda la maquinaria metabólica necesaria para el proceso de transferencias horizontal, siendo por tanto un plásmido conjugativo. Por su parte, pC depende de pB para su movilización. La frecuencia de transferencia fue variable, siendo elevada para pB y moderada para pC. El plásmido pB también facilitó la movilización de fragmentos del plásmido pA, incluyendo un gen de virulencia esencial para la producción de la tuberculosis, mediante cointegración entre las dos moléculas de DNA. Aunque esta transferencia se produjo con muy baja frecuencia, demuestra el potencial de movilización de genes de virulencia de esta bacteria mediante conjugación. Una novedad relevante de este estudio es que se ha demostrado que estos plásmidos de virulencia contienen varios genes que codifican para relaxasas funcionales de tres tipos distintos. Las relaxasas son proteínas esenciales para el proceso de conjugación, que reconocen específicamente el origen de transferencia y transportan el DNA de una célula a la otra. La presencia en las bacterias de diversas relaxasas aporta redundancia al sistema y probablemente lo hace más robusto, ya sea por disponer de “piezas de recambio” funcionalmente intercambiables o por añadir diversidad funcional que facilite la movilización de DNA. El trabajo, que ha sido publicado por la revista Frontiers in Microbiology, ha sido realizado por profesionales del IHSM La Mayora UMA-CSIC en colaboración con científicos del Institute for Multidisciplinary Research in Applied Biology de la Universidad Pública de Navarra.
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