Estudian el desarrollo de granos de polen en genotipos diploides y tetraploides de cítricos y sus implicaciones en los programas de mejora

El investigador del IHSM La Mayora Jorge Lora ha estudiado junto a científicos del Centro de Citricultura y Producción Vegetal, Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias el desarrollo de granos de polen en genotipos diploides y tetraploides de cítricos con el objetivo de conocer las diferencias presentes en las variedades observadas y conocer su implicación en los programas de mejora. La ausencia de semillas es uno de los caracteres más importantes para las nuevas variedades de mandarino destinadas al consumo en fresco, ya que los consumidores prefieren la ausencia de semillas en los frutos. La obtención de híbridos triploides mediante hibridaciones sexuales entre parentales femeninos diploides y parentales masculinos tetraploides es una estrategia que permite obtener variedades que no produzcan semillas ni induzcan la formación de semillas en otras variedades por polinización cruzada. Sin embargo, los genotipos 4x en ocasiones presentan una alta esterilidad masculina, impidiendo o limitando su utilización y, por tanto, las posibilidades de generar nuevas combinaciones genéticas con potencial interés. Es por eso que el estudio del desarrollo de polen es importante en genotipos tetraploides para saber las posibilidades que tienen de realizar estos cruzamientos. Lora ha señalado que en este trabajo se ha estudiado el desarrollo del polen en genotipos diploides y tetraploides de las variedades Sanguinelli o naranja sanguina y Clemenules o clementina para conocer el efecto de la ploidia (número de juegos completos de cromosomas) sobre el desarrollo del polen y la consecuencia final en la viabilidad del grano de polen para realizar cruzamientos. El trabajo ha sido realizado a través de un estudio histológico, en el que se han observado anomalías en el genotipo tetraploide de la variedad Clemenules (clementina), no presentando germinación de polen. “El polen del genotipo tetraploide de la variedad clementina no germina y no sirve para realizar cruzamientos”, ha explicado Lora, que ha puntualizado que es debido a un desarrollo anómalo del polen por una baja acumulación de almidón que hace que no se desarrolle bien el polen y que al final éste “quede arrugado, sin agua, por un descontrol de la presión osmótica”. En el caso de los genotipos diploides y tetraploides de la variedad naranja sanguina y del genotipo diploide de la variedad clementina no se observan grandes diferencias en el desarrollo del polen, por lo que no se aprecia un efecto mayor en doble dotación genética del genotipo tetraploide de la variedad naranja sanguina. El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Plant Science, ha sido realizado por el investigador Jorge Lora del IHSM La Mayora y los científicos Andrés García Lor y Pablo Aleza del Centro de Citricultura y Producción Vegetal, Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Valencia).

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