Identifican un biomarcador responsable del cuajado de las flores de albaricoque

El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Plant Science, ha sido realizado por los investigadores del IHSM La Mayora Iñaki Hormaza y Jorge Lora, junto a investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), y en él se ha identificado un biomarcador para conocer la salida del reposo de las flores del albaricoquero, factor esencial para obtener fruto en este tipo de árbol. El investigador del IHSM La Mayora Jorge Lora ha explicado que en la mayoría de los frutales de clima frío como el albaricoque son necesarias ciertas horas de frío durante el invierno para que se obtenga una buena floración y, por tanto, un buen cuajado de la flor que dé lugar a la producción de fruta. Sin embargo, los métodos tradicionales de estimación de ese periodo de frío son tediosos y difícilmente extrapolables a distintas condiciones ambientales. El desarrollo de métodos para estimar con precisión la salida del reposo tras la acumulación de frío invernal es fundamental para llevar a cabo una selección adecuada de variedades frutales más adaptadas a inviernos menos fríos como consecuencia del cambio climático causado por la actividad humana. En este trabajo, que es además parte de la tesis doctoral de la investigadora Sara Herrera, se ha conseguido identificar el momento de la “meiosis” a través de un biomarcador, relacionado estrechamente con el periodo en el que el árbol ha recibido las suficientes horas de frío y puede finalmente producir flor y fruto. Lora ha señalado que en este estudio se han realizado cuatro tipos de análisis para obtener dichos resultados, siendo el más significativo el estudio histológico para obtener el biomarcador responsable de dicho proceso, que fue corroborado por tres aproximaciones: un trabajo experimental en el cual se obtenían periódicamente durante el invierno ramas de albaricoquero que se pusieron en cámara en condiciones controladas para analizar el desarrollo de las yemas y dos estudios estadísticos correlacionando datos fenológico-climáticos para determinar las necesidades de frío. “La meiosis puede depender de muchos factores como anomalías del propio árbol o ciertos factores ambientales”, ha señalado Lora, que ha reconocido que este es “un momento sensible” ya que se pasa “de célula madre de la microspora a cuatro microporas” que darán lugar a cuatro granos de polen que contienen al gameto masculino. Los investigadores han determinado que, aunque este trabajo se ha realizado en albaricoque, los resultados pueden ser extrapolables a otros frutales de clima frío como el almendro, el ciruelo o el melocotonero.

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