El investigador del IHSM Carlos López Encina ha participado en un estudio para desarrollar un novedoso protocolo para propagar las variedades costeras de quinoa, inexistente hasta la fecha. Con este método se puede obtener un elevado número de copias de especímenes de difícil propagación por semillas o propagar vegetativamente una planta especial o con unas características concretas, de modo que las copias sean idénticas a las de la planta de origen. Así se pueden obtener huertos homogéneos con gran productividad. Este método también se usa para trabajos de mejora genética de la especie. Este proceso de micropropagación es útil porque es más rápido que por métodos clásicos como el esquejado. Asimismo, realizarlo in vitro tiene la ventaja de poder hacer una selección de varios especímenes a la vez, con características agronómicas (resistencia a plagas o enfermedades, vigor, etc. y productivas de élite de estas variedades de quinoa costera.